SEGUIDORES DEL BLOG

lunes, 30 de mayo de 2011

La búsqueda del estante

Cuento breve:

Por Norberto Álvarez Debans

En el primitivo estado de las cosas, el humano quiso suspender sus rudimentarios objetos en el espacio inmediato que lo rodeaba, pero inevitablemente caían sobre el terreno virgen. Era elevar cosas, soltarlas y verlas caer. En una lucha vana contra la incongruencia de la desazón y el fracaso.
Algunos logros como colocar elementos sobre piedras más elevadas o sobre troncos de árboles, le mostraron la punta del ovillo, en la afanosa búsqueda. Pero entonces bastaba un movimiento grotesco o un roce de la tosca persona con los objetos para precipitar contra el suelo lo que había querido suspender. Seguido del inconfundible estrépito que acompaña al golpe en presencia del silencio ancestral de aquellos días y la consabida rotura de lo frágil.

Ante el repetido acto de la insistencia y la gravedad de la situación, éste ser en sus devaneos, trató de inquietar a generaciones tras generaciones sobre el problema, dando forma así a una ansiada y estructurada necesidad de mantener los objetos de uso cotidiano ligeramente suspendidos por sobre el nivel del piso y a la altura de la vista, cansados de ver todo adherido al suelo. Situación esta que condicionó su perspectiva, nacida del agotamiento de ver siempre de arriba los objetos, lo que derivó en la creación misma, al fabricarlos de una chatura grotesca y un aplastamiento inservible para contener lo envasable.
Así fue como desde esta perspectiva, un antiguo y anónimo aborigen, cargado de toda la ansiedad humana heredada de sus antepasados (agotados en la práctica diaria de hacer objetos, elevarlos, soltarlos y verlos caer), casi al borde de la locura, propia del fracaso y rotura de sus ideales, descubrió; ¡El plano horizontal!

El “plano horizontal”, de la noche a la mañana cambió las cosas del lugar inferior en que se las tenía. Esta forma nueva de superficie plana de diferentes espesores fue interpuesta con terquedad entre el vacío y el terreno virgen, dotado de la virtud de soportar los objetos que se apoyaran en ella. Venía así a evitar la oscura desazón de los tiempos signados por la atormentante caída.
A partir de tan feliz acontecimiento, inteligentes e iluminados artesanos, se entregaron a balancear pesos y resistencias para emprender la carrera de crear planos para salvar de la irremediable caída los elementos que se osaban elevar por sobre el piso. Así fue como la febril actividad que se desató, comenzó a llenarnos del mobiliario que contenía en su diseño, el mentado plano horizontal. Pero como lo primero es lo primero, se satisfizo el apetito de mejorar las condiciones en que se comía y durante un almuerzo un día apareció "la mesa", y los comensales parados a su alrededor, rápidamente  idearon un apoyo, en su afán de comodidad y entonces: un día, también "la silla"...

Esta nueva posición de sentados sobre un plano, en otro nivel, fue fundamental para pensar. Con posterioridad todo el mundo se dedicó a pensar sentado, planificando sobre la mesa la utilidad del hallazgo, aplicándola a una infinidad de objetos vanguardistas. Es importante destacar otros hechos, cansados de hacer el amor en el suelo, con las consabidas molestias de piedritas que se clavaban en la espalda o en las rodillas, algún espiritual decidió elevar el amor, apareciendo así el gran plano horizontal, el más buscado y codiciado. Capaz de contener a la pareja humana en un límite de superficie plana, sin los rolidos de las prácticas al aire libre. Condicionando el sentimiento por el otro, al nuevo artefacto denominado "cama". Convirtiéndose de inmediato en el ama del amor, ya que la solicitud amorosa que se puso de moda en esos tiempos fue: ¡Vamos a la cama!

La cama primigenia fue reforzada para soportar los cuerpos totalmente desparramados, en movimientos y desinhibidos de cualquier ley  física. Posibilitaron así elevar nuestros sueños, enriquecidos en lo fantástico, lo que derivó en una nueva visión de la actitud fecunda de ejercer la práctica más placentera del roce humano, paroxismo que contribuyó a expandir con mayor comodidad y prontitud la raza humana por todo el planeta y con el, también a “la cama”.

El gran devaneo que preocupó al primitivo en los comienzos, hizo pensar mucho tiempo después al mismo Newton, (ante la caída de otra culposa manzana), quién tuvo en ese instante el chispazo de los iluminados al dictar una ley para reglamentar la gravedad, de aquel viejo problema del equilibrio que vino mucho tiempo después de los angustiosos comienzos, a explicar la necesidad del plano horizontal.

No podía ser otra la actitud del sabio, ya que para una grave situación no hay nada mejor que aplicar una ley explicando la gravedad. Reglamentando así el tema de la caída, sólo logró desarrollar más aún la idea del plano horizontal, como una apetencia masiva, desparramándose por todos los rincones del orbe. Pero aunque preservar la caída aleje el mareo de la gravedad, (latente en toda pérdida de equilibrio), se seguirá intentando subir más y más. Pero el único plano donde reposaremos finalmente, seguirá siendo el más bajo de todos.

martes, 8 de marzo de 2011

Duendes del Taller




    Por Álvarez Debans



    No se, si te ha ocurrido a vos pintor amigo, esos días de dudas, a veces tenés ganas de pintar pero no sabes qué vas a pintar, o sabes qué vas a pintar pero, no esta claro con que composición vas a encarar la obra o aquello del estilo, del “ismo”, de los que hay tantos y que frecuentas y que te van a servir para representar la idea, la imagen, para hacer la obra que en definitiva vas plasmar en la tela o   en un objeto.

    Si ya sé, son esos días en que no arrancás, así de una, por el contrario, de pronto te paseas por el taller mirando el techo, los cuadros, la ventana, las luces, las sombras, el patio (evocando la rosa china que ya no está) hasta que aparecen los duendes que habitan el taller, estos  suelen salir de vez en cuando, de entre los cuadros, de los placares, cuando caigo en estas vicisitudes de comportamientos y decisiones encontradas.

    Te confieso, que a estos duendes los veo si bien de vez en cuando, reconozco sus caras, sus largos cuellos, los hay muchos, viven como en comunidad flotando dentro del taller, sobre los cuadros, sobre mi cabeza, sobre las pinturas. 


    Hoy he visto entre otros  al duende expresionista, al geométrico, al surrealista y de pronto aparece el de moda, el que más se muestra en la actualidad, el duende dialógico, que influyó en algunas de mis últimas obras.

    No me preguntes, porque si son duendes o espíritus, se materializan y tienen caras. Bueno esto se parece a un cuento, por ahí es un cuento o es un sueño, como quieras, pero forma parte de un imaginario que quiero mostrarte. Así que finalmente decidí hacer “obra-objeto”, con técnica mixta, policromada, para representar estos seres fantasmáticos del taller, los que ahora develo en el Blog, bien definidos, sin ese halo de duende, para que los conozcas y los reconozcas si se aparecen en tu taller.
     
    Bueno, entre pintores nos entendemos, “hay tanto por hacer”, sobretodo cuando el arte es todo placer.




    Obras (Detalle):
    Duende Dialógico
    Duende Expresionista
    Duende Surrealista
    Duende Geométrico

    martes, 4 de enero de 2011

    EL Banquete Dialógico


    Artículo:Por Álvarez Debans
    Esta pintura, que estuvo ubicada a la cabeza del Blog, hata el 1º de julio del 2011, si bien es una continuidad de “Conexión Dialógica” ubicada dentro de la “Serie ojos” esta pensada inicialmente bajo el concepto de “banquete”, constituyendo una consideración diferente a la idea de conexión, obra inicial y ya expuesta en el Blog.

    El Banquete nos habla de una reunión festiva, programada, quizás con un fin o tema principal, lo que ubica a los participantes en cercanía con otros seres. Esta oportunidad esta reflejada en la obra, donde es posible imaginar  a los concurrentes, en torno a una mesa, representados cada uno por un ojo y una extensión, su idea, su postura, su contribución a la comunicación.

    Al intercambiar ideas, pensamientos, se produce un enriquecimiento, un actuar con el otro y los otros. Verán que hay ideas que se asocian con otras, que se complementan y enriquecen, otras que por el contrario quedan ahí, sobre la mesa, sin que sean tenidas en cuenta.

    Obra:
    El Banquete Dialógico y detalle de la misma.

    domingo, 14 de noviembre de 2010

    El paraguas se rompió

    Cuento
    Por Norberto Álvarez Debans
    Aquella tarde, víspera de fiestas, salí de la agencia más temprano de lo habitual. No había estado bien en todo el día. Sentía ganas de estar solo, conmigo mismo, en contacto con la naturaleza. Sin ese entorno de gente, problemas y encierro. Había sentido frío, a pesar de la calefacción.
    Me confortaba caminar con el sol apenas tibio sobre la espalda. Caminé por Arenales, la misma calle de la agencia, decidido a marchar sin apuro hasta Plaza San Martín -siempre me he sentido cómodo en esa zona. Cuando deseaba recomponerme, ordenar mi interior, (en esa circunstancia), me sentaba en algún banco del paseo mirando a lo lejos, en dirección a Plaza Británica. Arropado con el sobretodo, las solapas levantadas, la cálida bufanda de lana, las manos en los bolsillos y las piernas extendidas...así, permanecía en sosiego hasta que comenzaba a oscurecer. Sentía verdadero placer allí. Inexorablemente, la Torre de los Ingleses me devolvía el tiempo.
    El sol, como encauzándose por la calle, producía destellos en los vidrios de los edificios, detrás de los cuales se iba escondiendo lentamente. En su desplazamiento, los automóviles reflejaban la luz en sus cromados y vidrios traseros, dinamizándola, y marchaban como huyendo del sol hacia Retiro. Las sombras se estiraban lánguidas sobre el pavimento, efecto de la iluminación rasante sobre los objetos. Mientras caminaba, sentía que mis tensiones se relajaban, percibiendo la respiración acompasada, profunda, ejercitada de ex profeso. La pequeña nube de vapor que me acompañaba por momentos, se iluminaba grotesca y misteriosa sobre mi cara. Tenía la impresión de caminar por un callejón sin salida. A medida que avanzaba, se hacía más y más notoria esta sensación de entrar en otro lugar. Me parecía percibir menos ruidos, como si el murmullo de la calle se silenciara.
    A veces me asombran estos procesos mentales, propicios para acondicionarnos a fastidiosos errores en la percepción del tiempo y las situaciones. Sin embargo, era consciente de que no podía ser así... no se trataba de un callejón sin salida, de eso estaba seguro. Por otra parte, ya se divisaba a media cuadra la plazoleta que está frente a la Cancillería y más adelante, entre los árboles, la estatua de San Martín. Deseé caminar más rápido, quería estar en la plaza -ese era mi destino- y cuanto antes, mejor.
    Apenas terminaba de cruzar Esmeralda, vi que doblaba -viniendo de la calle Basavilbaso- una elegante viejita Se acercaba en sentido contrario a mi, lo que me permitió observarla. Vestía un largo tapado, bastón, y una cartera pendiente de la mano izquierda. Avanzaba decidida, moviendo acompasadamente el bastón y pendularmente la cartera. Miraba el piso al andar, imbuida en sus pensamientos. Quizás muchos años atrás...
    Me llamó la atención la hermosa iluminación que le confería el sol al caer. Blanqueaba su rostro y su cabello, que lucía recogido hacia atrás, algo suelto sobre la cabeza. Una brisa movía caprichosamente un mechón sobre la sien. Sus piernas, blancas, por efecto de las medias y la luz. El tapado, la cartera y su bastón, negros. Con sus pasos, movilizaba el brillo de los zapatos, inquietando la escena.
    ¿Cuántas veces habrá hecho este camino, cuántas veces habrá pasado por la Cancillería?, - Pensé.
    A medida que la observaba, comenzaba a percibirla diferente, como si estuviera mucho más cerca de mí. Casi podía respirar su agradable perfume, su atmósfera...-¡Qué extraño!, nos separaba más de media cuadra. -Estaba lejos, aun no había pasado esa columna ornamentada del alumbrado. Esa era la realidad; sin embargo, podía percibir su respiración. Cuando levantó la cara, pude ver sus ojos claros,.. -Desteñido cielo de tiempos y visiones. -Imaginé.
    Con el balanceo, su cartera desprendía desde sus herrajes reflejos dorados que herían mis ojos. Tuve necesidad de cerrarlos y restregármelos. Cuando recuperé la visión, la vi en medio de una nebulosa, confundida su figura con el vapor de mi respiración. Allí observé su imagen,.. cómo perdía pie y caía. Su bastón saltaba de su mano derecha, quebrándose, mientras ella quedaba de cara al piso en la salida de la Cancillería. Lentamente giraba su cuerpo para quedar de costado, mirándome.
    Sin embargo, la viejita seguía caminando hacia mí, con el mismo ritmo y la gracia con que la descubriera; pausado el andar, esbelta y segura. Ya más cercana, presentía lo que había sido una hermosa mujer; veía su rostro joven y su figura vestida con un trajecito color beige, vivos en pana marrón y su cartera al tono. El cabello castaño, recogido, desprendido un mechón sobre la sien. Elegante y distinguida, me miraba sonriente, mientras balanceaba su paraguas marrón, con destreza y picardía.
    ¿Se deformaba o confundía en mi mente la realidad? A pesar de la indagación, tuve el presentimiento de que todo esto ocurría. Fue como un relámpago; ¡Lo supe con certeza! Impulsado no sé por qué fenómeno sensorial, apuré el paso, casi corrí... ¡Ya era tarde! La viejita caía sobre la explanada del edificio, calcando la figura de mis pensamientos, delante de mí, exactamente igual. Mientras me acercaba temeroso, alcé su bastón partido en dos. Arrodillándome a su lado -con elaborado respeto- vi sus ojos celestes. Me miraba con asombro, como extasiada, quizás por el encuentro, o por el dolor. Percibí el recuerdo de un viejo amor...
    -¿Se golpeó?, atiné a preguntar.
    Sin moverse, recostada sobre su lado derecho, hizo un esfuerzo y apoyando suavemente su cálida mano en mi brazo, me dijo:
    -¿Dónde estabas José María?... ¡Tantos años!, ¿Cuándo volviste?
    -Y balbuceando, como pensando en voz alta, prosiguió:
    -¡Qué casualidad!, ¿te acuerdas cuando me conociste aquel ocho de julio, yo había estrenado ese trajecito beige que tanto te agradó después; -Sonriendo continuó; -¿Te acuerdas José María como me ponderabas los ojos?, salías de la Cancillería, regresabas de Inglaterra, para las ceremonias del nueve de julio...
    ¿Y el paraguas? -Inexplicablemente quiso saber.
    -El paraguas se rompió, le respondí… Creo que ya no me escuchaba.
    ---
    Del libro inédito, "Zangamanga". Copyright Norberto Álvarez Debans

    sábado, 2 de octubre de 2010

    Marie L'acrobate (1936), una musa en mi obra





    Por Álvarez Debans

    Cuando visito el Museo Nacional de Bellas Artes, siempre me llama la atención, el cuadro de Fernand Léger, “Marie L’acrobate” de 1936 (óleo de 130x97cm).
    Los pintores solemos ver algunas telas de otros pintores y “desearlas”, nos agradaría tenerlas expuestas en nuestra casa o taller. Al percibir detenidamente este cuadro, tratando de “entenderlo”, como un todo; composición, forma, figura, fondo, atrae la atención. Luego, al desconstruir ese todo, en partes, algo nos despierta. Posiblemente al estar lograrlo con escasez de recursos, invita a la recreación. Creo, se trata básicamente de la organización, del equilibrio logrado con colores puros, la mostración, la armonía, la pose de “Marie L’acrobate” expuesta en un primer plano, una forma sustancial y destacada, frente al observador.

    Según un catálogo del museo (Buenos Aires, 1996), expresa que Léger aplicó aquí la estética “maquinista” para elaborar este retrato, de tipo monumentalista, ocupando todo el espacio de la representación. Mostración de la figura humana con la que coincido, ya que las mujeres que pinto, suelen ser retratadas así, en mis obras, ocupando todo el cuadro, exhibiendo a la mujer actual, como mujer “alfa”. Las expongo al observador como un objeto de deseo; absoluta, segura de si, como suele presentarse hoy desde la visión de la moda, del mercado de los objetos-mercancías. La comunicación publicitaria ha hecho de la mujer objeto y sujeto de su discurso. A ella van dirigidos la mayoría de los mensajes y a la vez, es ella la encargada de mostrarnos los nuevos productos. En mi caso, la he presentado, mayoritariamente, como crítica a las tendencias del consumo.

    Mi primer obra pensada “desde Léger” fue;”Una Diva”, 23/04/1997, expuesta en las Salas Nacionales de Cultura (Palais de Glace) en una muestra individual (1999) que titulé “Mujeres, Clonas y Divas”, hoy ya no esta en mi taller. Luego siguieron otras como; A veces Léger, 25/08/2002; Otra vez Léger, 07/09/2008, Pensando en Marie L’acrobate, 14/06/2010 y finamente (por ahora), Oh Marie L’acrobate, 21/09/2010.

    Quizás otro día, reincida en la representación de Marie L’acrobate de Fernand Léger, felizmente, el arte nos lleva por caminos no predecibles.
    Obras según ubicación en el Blog:
    Marie L'acrobate, Fernand Léger, 1936
    Pensando en Marie L'acrobate, 14/06/2010
    Oh Marie L'acrobate, 21/09/2010
    Una Diva, 23/04/1997
    Otra vez Léger, 07/09/2008
    A veces Léger, 25/08/2002
    ---
    Copyright Norberto Álvarez Debans. Prohibido su reprodución fuera del ámbito de Internet. Se autoriza la publicación del texto y la reproducción de mis obras en ámbitos académicos.

    viernes, 27 de agosto de 2010

    Betty Boop

    La gran Betty Boop
    Por Álvarez Debans


    Betty Boop era una mujer liberal, una "flapper"(1920), algo así como una mujer "alfa", de hoy. Vestía una pollerita corta, como su cabello cortado a la "garçonne, y le agradaba el jazz y el baile.

    El personaje fue creado por un animador de Wal Disney, Gim Netwick, al que se le hicieron modificaciones constantes, siendo presentada cada vez más sensual. Es una figura querible que me agrada pintar.

    Copyright Norberto Álvarez Debans. Se autoriza su reproducción en ámbitos de Internet y académicos, haciendo mención del autor y el Blog.
    Link relacionado; http://web1.taringa.net/posts/comics/10102436/Heroinas-sexys-del-comics-19.html

    jueves, 12 de agosto de 2010

    Mi época geométrica

    Revisión
    Mi Pintura Geométrica
    Por Alvarez Debans
    Salí de la pintura abstracta de la década del 60, para entrar de lleno en la geometría, en la década del 70. Diría que se inicia con una exposición individual donde colgué 20 cuadros, en la Galería Nice, de Mario F. García Celis, el 21 de setiembre de 1973, ubicada en calle Esmeralda 1021, Buenos Aires, Argentina. Muestro el catálogo, un manifiesto entregado en la fecha y una nota que me hicieran con ese morivo. Luego, como casi todos los pintores, de vez en cuando vuelvo a pintar algunos cuadros geométricos. Es decir, los estilos transitados siempre vuelven.



    Manifiesto:MI ARTE GEOMÉTRICO.Por ALVAREZ DEBANS, Pintor.

    Manifiesto (*) sobre mi arte geométrico.
    Escrito con motivo de la inauguración de la muestra individual presentada en la Galería Nice, Buenos Aires, Argentina 1973.

    (Escrito histórico del pintor)

    De pronto, el apacible estado natural de las cosas, fue lentamente invadido por la técnica. Irrumpió la tecnología cada vez con más fuerza, concebida por los matemáticos y los físicos. Estos construyeron y construyen el mundo que hoy nos rodea.

    El paisaje de entorno, la naturaleza de hoy, mezclada dentro del mundo tecnológico ya no nos impacta con la fuerza de antaño. A partir de la primera cápsula que alunizó, la tierra dejó de ser un misterio y la luna con su gris plata y sus manchas, bajó de su cartel romántico para convertirse en un elemento físico, árido, polvoriento, flotando en el espacio sin vida, satélite de su planeta madre, nuestra tierra azul verdosa.

    La pintura geométrica sensibiliza el mundo tecnológico, ella es: El Arte del Orden.
    Simplemente el arte de hoy. Y al decir de Víctor Vasarelly, la pintura geométrica pertenece al folklore planetario, a su atmósfera. La pintura geométrica, basada como todas en el arte clásico, no desdeña este arte, pero se sabe hija del mundo en el cual vivimos todos los días. Nuestra sociedad de consumo, el átomo, la física y los equilibrios y desequilibrios creados en el mundo actual por el hombre social.

    La pintura geométrica refleja al ser trashumante, el auto, los aviones, los ramales de acero con sus dibujos de vías sobre la tierra, las carreteras como cintas de plata sobre el paisaje verde o las grandes ciudades de hoy, con las perspectivas de sus enormes edificios, que se elevan por sobre nosotros. Mis cuadros, equilibrios silenciosos de planos abiertos en el espacio, crean una atmósfera tranquila a través de colores armónicos, o se exaltan e inquietan, creando una situación vibrante, producida por el choque de colores contrastantes.

    Mis cuadros quizás reflejen con sus cualidades monocromáticas o multicromáticas el estado físico del paisaje tecnológico de hoy, con la exactitud de la matemática, la física o el camino hacia la cibernética. La pintura recrea las figuras universales de la geometría como son los círculos, cuadrados, triángulos, etcétera, creando figuras nuevas, impactantes y bellas, significado este de profunda connotación plástica. Maestros como Vasarelly, Ary Brizzi, Mc Entyre, Vidal, Polesello, Le Parc, han concebido un universo rico en calidad de obras.

    Los utensilios del pintor geométrico, son; la regla, la escuadra, el tiralíneas, la mesa, los tubos de ensayo, la pintura acrílica, (aunque mi obra está construida con óleo), reemplazan al caballete, la paleta de los pintores clásicos. El hombre tiene el deber de avanzar en la sociedad que vive y recrea, como una segunda naturaleza. Ser artista es buscar, investigar nuevas artes que den sentido a la vida.

    La pintura geométrica se planifica, se calcula minuciosamente, sobre esa tela blanca que flota en el espacio, como un elemento geométrico; círculos, cuadrados, rectángulos, triángulos, rombos, para que el artista vuelque su espacio interior tratando de construir su mensaje.

    Hoy es tiempo de nuestra pintura geométrica.

    (*) Exposición individual
    Galería Nice, de Mario F. García Celis, Esmeralda 1021, Buenos Aires, Argentina.
    Buenos Aires, 21 de septiembre de l973.

    Crítica:
    DIALOGO CON ALVAREZ DEBANS
    Visita a su estudio, con motivo de su exposición efectuada el 21 de setiembre de 1973 en la Galería Nice, Esmeralda 1021, Buenos Aires, Argentina.

    Por Olga de Rodríguez de Pareja Núñez (*)

    Cuando estuve frente a la primer muestra de pintura de Alvarez Debans supe que había sido remero, piloto civil, casi arquitecto, publicitario y óptimo fotógrafo. Sabía, además, que su pasión definitiva es la pintura. Esa pintura que tenía delante de mi, hiriéndome casi con sus colores agresivos, compulsados, que luchaban entre si, por desbordarse.
    Me interesó entonces conocerlo, rescatar, de ser posible, la esencia de esa personalidad tan ansiosa, que con impulso joven, mostraba al público sus mensajes plásticos, traducidos en rombos, cuadrados y círculos, que equilibrados entre sí eran, sin embargo, irremediablemente dominados por el color.

    Esto pienso mientras camino ahora la calle Corrientes, que, a la altura de Pasteur, me dejará en su estudio. Es tarde ya y ando rápido entre el ruido ensordecedor de los coches y el apuro de la gente que puja por llegar quién sabe adónde. Van y vienen, sometidas a las órdenes de los semáforos, que valiéndose de sus implacables luces verdes, rojas y amarillas, determinan...”atentos, paren, transiten...” Y todos obedecemos, recibiendo sin saber el impacto de esa determinación inflexible. Claro, en medio del tumulto, puede haber alguien que, como Alvarez Debans, no pase indiferente y que descargue su rebeldía en la agresividad de un cuadro o en el sonido estridente de una quejumbrosa trompeta que anuncia un tiempo de jazz.

    Ahora sé por qué el color de sus cuadros empuja y lucha por salir de los límites impuestos... Este pensar en su obra me acortó el camino. Apenas llamo a su estudio, la puerta se abre, me muestra una presencia que nada tiene que ver con lo que yo imaginaba. Álvarez Debans, turbulento en su obra, es personalmente, sereno, amable, casi tímido. Muy moreno, su pelo, su angulosa cara, sus extraños ojos, solo un conjunto monocromo que se relaciona absolutamente con su manera discreta de vestir.

    - Comienza a contarme- he pasado por infinidad de etapas, siempre tratando de hacer todo con profundidad.
    - Camino que te condujo a la pintura ¿no?
    - Mi última actividad, la fotografía fue el cauce. Me cansé del blanco y negro y comencé a pintar geometría con mucha fuerza y color, tratando de no ser académico, de no ajustarme a las leyes de la armonía del color, para que ellos chocaran con el ámbito del cuadro y en el espectador.
    - Y esta conseguido. A mi, personalmente, frente a tu obra, me pasa que necesito respirar. Hay una carencia absoluta de espacio.
    - ¡Esa es mi filosofía creativa! Desarrollar el espacio individual, único que se integra hasta masificar el ámbito que nos rodea. No podemos escapar de esa realidad convulsionada.
    - Pero hay otra realidad, esa que nace detrás de un guijarro y que se encadena indefinidamente.
    - ¿Pensás que no lo siento? Te explico. Se que todo tiene un proceso, y que intentar acortarlo forzadamente no conduce a nada positivo. No olvides que acabo de terminar mi primer muestra individual. Estoy en el comienzo de algo que para mi es muy importante. En este momento siento con fuerza el grito de América, su paisaje propio. De allí mi geometría corpórea, el color violento, el choque. La era tecnológica palpita ya entre nosotros y acato esa orden diferente en el planteo de la percepción visual.

    Miro sus cuadros de los que se desprende una pintura analizada, matemática, fuerte y fría al mismo tiempo. Un paisaje particular, como dice Vasarelli, del Folklore planetario, de hoy. Alvarez Debans me acerca sus nuevos trabajos y me dice: “Creo que en mi próxima exposición, mi camino definitivo, tendrá su punto de partida. Desarrollaré la geometría corpórea, no plana, sino en tridimensión.

    - ¿Volverás a insistir en tu armónica desarmonía del color?
    - Creo que sí. Soy inquieto por naturaleza, de manera que nada en mi es definitivo. Continuaré desarrollando con nuevas combinaciones geométricas un paisaje matemático y cromático.
    - ¿Escalas e intervalos? ¿Pausas que ofrezcan aperturas?
    - Claro que sí. Soy rebelde pero no obstinado. Además, por si te preocupa, mastico el sabor a suelo, pero mirando mucho más allá de los semáforos.

    Vuelvo otra vez a sus cuadros, según sus palabras “interrumpidos solo un tiempo, ya que nunca tienen fin”, y descubro tres en los que advierto su gran apertura. Es hora de irme. Ya en la calle, elijo la vereda más quieta para seguir mi camino. Mientras voy, recuerdo un libro muy azul por dentro y por afuera. Se llama Salvador Gaviota- También una frase que dice: “No creas lo que tus ojos ven. Solo muestran limitaciones. Mira con tu entendimiento, descubre lo que ya sabes y hallarás la manera de volar”

    (*) Publicado en Revista LYRA, N° 225/227, año 1973. Ilustrado con la obra: “Rectángulo plano superpuestos”

    Mis incursiones actuales en la pintura geométrica.
    Son variadas y suelo hacer cuadros con esta escuela entre una obra u otra, ya que me atrae la libertad de expresarme con mi estilo pero desde diferentes ismos.






    ---
    Copyright Norberto Álvarez Debans, las obras se pueden reproducir en el ámbito de Internet o en trabajos académicos sobre arte, siempre nombrando al autor y el Blog.